Se trata de un edificio de viviendas plurifamiliares de protección oficial entre medianeras. El inmueble se asienta en el barrio de Trinidad-Perchel. Este se ha ideado como una pieza arquitectónica cuya forma, escala y proporciones se adaptan plenamente a este popular barrio de calles estrechas y baja edificación, generando un dilatado espacio común estructurante de acceso y disfrute, cubierto-descubierto como primera medida destacable, y que no oculta su compromiso y vínculo con la cultura tradicional popular de esta tierra.
Pero al mismo tiempo el proyecto se concibe desde una interpretación actual y regenerativa, ideando una pieza monolítica sencilla como no podía ser de otra manera, que encuentra su acomodo en el barrio sin grandes alharacas, y que da respuesta a todos los condicionantes desde un planteamiento sostenible y bioclimático, con especial estudio y cuidado en el fomento de la eficiencia energética y confort de las viviendas.
Interiormente se planifican 5 viviendas a las que se les da un mismo tratamiento en cuanto a su posición fundamental, proponiendo desde un principio como medida esencial de todas ellas la participación directa en el ambiente de la calle y del barrio, además de proporcionarles un claro acceso al sur como la mejor orientación posible en nuestro clima y latitud, con las mejores opciones para el control lumínico-térmico de la vivienda, y que sin duda proporcionará por ello importantes ventajas a todas ellas. Se aprovecha además su comunicación sencilla y directa con el patio trasero para establecer una ventilación cruzada, que aliviará la sensación de calor en los meses estivales, y procurará una rápida y adecuada renovación de aire en las viviendas en cualquier época. En fachada sur y cubierta se lleva el aislamiento a la capa exterior, no dejando lugar a puentes térmicos, se prevén carpinterías y vidrios con escasas pérdidas térmicas, se instalan placas solares para generación de agua caliente sanitaria. El diseño también contempla el fácil o escaso mantenimiento de los sistemas y materiales empleados, así como la austeridad y sencillez en su concepción para que así sea.
La construcción se desarrolla en dos niveles con un aprovechamiento bajo cubierta de las viviendas superiores. Se proyectan dos viviendas de un dormitorio en planta baja, y tres en planta alta, dos de dos dormitorios y una de uno. Como ya se ha dicho, todas las viviendas tienen fachada a la calle Yedra, y todas con orientación sur. Un holgado patio estructurante al fondo del solar pegado a la medianera norte, proporciona luz y ventilación a las estancias interiores de parcela.
Este patio forma un espacio continuo con el acceso al inmueble, donde se localizan los espacios necesarios para las instalaciones, una alacena para los enseres de la limpieza comunitaria, el acceso a las dos vivienda de planta baja, la escalera común de acceso a planta alta, y un pequeño parking para bicicletas.
La edificación carece de sótano y de garaje. Se trata de una pequeña intervención en un solar de reducidas dimensiones, muy ajustada en el presupuesto, y que cumple la normativa vigente para estos casos.
Las dos viviendas de planta baja, las numeradas como 1 y 2 son viviendas de un solo dormitorio cada una, mientras que de las tres de planta alta, la nº5 vuelve a ser de un dormitorio, siendo las dos restantes, las nº3 y 4, de dos dormitorios. Estas viviendas de la planta primera tienen la particularidad de contar con un espacio a doble altura en el salón, al que se asoma el dormitorio principal con acceso a la terraza-azotea superior de cubierta. Las viviendas se conciben como espacios abiertos, dinámicos y diáfanos, dentro de las posibilidades que estas pequeñas viviendas ofrecen, y con una generosa altura libre.