PUNTA LARA

La urbanización donde se enclava la edificación, se eleva azarosamente apegada al vial estrecho y quebrado que la recorre, dejando a ambos lados de la vía un conjunto abigarrado de viviendas unifamiliares sin apenas ajardinamiento, ni espacio de esparcimiento. Sin la existencia de vacíos y de una organización coherente de los volúmenes, la lectura espacial y volumétrica del conjunto se hace casi imposible. La tradicional imagen blanca y volúmenes sencillos de las edificaciones del lugar se ve alterada y contaminada por multitud de elementos ajenos, con quiebros y requiebros, líneas sobre líneas, molduras, materiales distintos, texturas, colores,…multitud de pequeños gestos que provocan una vibración sin descanso, una multitud de voces que entorpece y aleja cualquier idea de integración en el medio.